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Tugendhat, Ernst Antropología y política Revoluciones en el bosque sagrado Gedisa,1997. 288 p. 978-84-7432-614-7, Cód. 302437, 15,5 x 22,5 cm. $490 Colección: CLA-DE-MA (Clásicos de Mañana).
La antropología funcional -tradicional- no ha perdido su eficacia para comprender la lógica de la transmisión generacional y su importancia para los nacionalismos y la autocomprensión étnica, problemas pendientes y candentes en la actualidad. Esta obra explora las vinculaciones existentes entre la antropología y la política y muestra hasta qué punto son capitales. El reciente giro postmodernista de la antropología se ha relacionado con la expiación de las culpas coloniales.
La antropología funcionalista tradicional se considera la manera característica como "cómplice del crimen", de modo que las posiciones críticas -como la de Ernest Gellner- respecto de las tendencias relativistas de la antropología interpretativa suelen ser tildadas de imperialistas ex post facta.
A los antropólogos les interesa comprender el peso de factores culturales, económicos y coercitivos en la vida social y, al mismo tiempo, están influidos por estos factores. Esto produce tensiones que se han hecho más evidentes en la medida en que la atención se desplazó de las sociedades "primitivas" a las sociedades avanzadas, por ejemplo, en el intento de comprender la etnicidad y la etnohistoricidad de los pueblos de la ex Unión Soviética o en el de comprender la antropología de la guerra entre naciones -antes que entre tribus-, dos temas que el autor analiza de manera brillante.
Ernest Gellner define las cultura como sistemas vinculantes de significación, en los que las tradiciones culturales transmiten las características de generación en generación, lo que da lugar a una mayor diversidad y a cambios mucho más rápidos que los meramente genéticos de otras especies. Hay que analizar cuidadosamente y sin prejuicios la coerción semántica y física en el interior de las culturas.
En opinión de Gellner, minimizar la importancia de esta coerción y entender las culturas como entidades moralmente soberanas que se justifican por sí mismas es una línea de argumentación viciada que caracteriza la debilidad idealista del método hermenéutico.
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